«Entre todas las tribulaciones que soporta el alma humana, ninguna es más grande que el remordimiento del pecado». 

-San Agustín, Comentario a los Salmos, 45,3

«Tú, hombre, puedes huir lejos de todo lo que quieras, pero no de tu conciencia».

-San Agustín, Coment. a los Salmos, 30, 2, s. 1,8

«La concepción materialista de la conciencia como epifenómeno, según la cual la conciencia sería como el chorro de luz que sale de un motor en funcionamiento sin desempeñar ningún papel en la marcha de este motor, es hasta tal punto contraria a todos los datos clínicos que no merece la pena siquiera que la discutamos».

-Henri Baruk

«Al lado de los ‘conflictos freudianos’ […] hay que poner atención en los ‘conflictos morales’, es decir, en el rechazo de un juicio moral complejo cuyo dinamismo y cuya acción son de otra manera tan poderosos y graves como los de los complejos freudianos».

-Henri Baruk

«Ese freno moral que Freud designa con el nombre de super-yo no puede compararse con la conciencia moral. Representa tan solo una barrera puramente legal constituida por prohibiciones sociales exteriores a la personalidad y no forma parte integrante de esta personalidad –profunda- como la conciencia moral. Sobre todo no tiene, como la conciencia moral, el prestigio de representar un principio superior rigurosamente justo. Por último, el freno del super-yo no es sino una barrera impuesta, la conciencia moral es una obligación interior a la que se puede atender o no y que, justamente por la libertad que deja, nos toca mucho más hondo».

-Henri Baruk