Los principios de la racionalidad en Santo Tomás

Juan José Sanguineti

Resumen: La expresión “principios de la racionalidad” escogida para el título de este trabajo indica implícitamente que la racionalidad no es un principio último. Para el pensamiento clásico este punto es claro: el ejercicio de la racionalidad, que define la vida específicamente humana, se reconduce a una instancia más elevada: el intelecto. La razón es regla de los actos humanos, pero ella misma es regulada por la luz intelectual. El lógos depende del noús, la discursividad de la contemplación.

Quisiera ahora profundizar en este tema a la luz de algunos textos comparados de Santo Tomás, con el objeto de llegar a una comprensión más clara de las relaciones entre estos dos momentos del conocimiento en la filosofía del Aquinate.

La bifurcación del pensamiento humano en la forma de intellectus y ratio es fácilmente infravalorada hoy, cuando la función intelectual se entiende simplemente como intuición, en el sentido genérico y a veces un poco misterioso que asume con frecuencia esta palabra, mientras se asigna a la ratio un papel determinante pero predominantemente formal, como ejercicio de síntesis y organización sistemática de los datos intuitivos con el fin de volverlos más manejables en las diversas manifestaciones operativas del pensamiento.

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