Pinceladas de nuestra II Jornada de Psicología Integral de la Persona

Septiembre, 2018

El pasado viernes 7 y sábado 8 de septiembre tuvo lugar la II Jornada de Psicología Integral de la Persona, organizada por la Asociación de Psicología Integral de la Persona (APSIP) y la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae. Contó con prestigiosos expositores nacionales e internacionales, quienes reflexionaron en torno a la “Memoria, imaginación y afectos en psicología clínica”. 

El presidente de la APSIP, el doctor Pablo Verdier Mazzara, abrió la jornada destacando la “tarea gigantesca” que esta escuela de pensamiento tiene por delante: “La síntesis no está hecha. Nuestra misión es pensar los grandes temas de la psicología en clave tomista, pero con un fuerte arraigo clínico”. Por su parte, Klaus Droste, Decano de la Facultad de Educación, Psicología y Familia de la Universidad Finis Terrae, animó a los participantes en el desafío de formar una comunidad de pensamiento que haga avanzar el saber. En ese sentido, reconoció que los temas de la jornada enriquecen la psicología, y que progresivamente han ido generando interés, ya que “lo verdadero convoca”.

El día viernes, el Decano y Doctor en Humanidades por la Universidad Abat Oliba CEU, expuso sobre el “Temor, imaginación y memoria en psicoterapia”. Destacó la importancia de conocer la naturaleza y movimientos de la imaginación y del afecto del temor para comprender los motivos más profundos que llevan al paciente a consultar. A nivel de la práctica clínica, Droste destaca la importancia de ayudar al paciente a explorar las imágenes y fantasías en las que se apoya el temor, ayudándolo con ello a “encontrarse mejor con la realidad”, tomando perspectiva, viendo nuevas dimensiones de la situación y dando el paso a la audacia, para atreverse a asumir y enfrentar el temor.

El mismo día, el médico psiquiatra y especialista en psicoterapia simbólica, Dr. Pablo Verdier, expuso sobre “Los sueños en la clínica, y la clínica de los sueños”. Afirmó que hoy en día, el recurso a los sueños ha disminuido en la práctica clínica, a pesar de que son fenómenos de la vida psíquica y que deberían ser tomados en consideración de la misma forma que los afectos, el pensamiento, las creencias y los síntomas que presenta el paciente. Su ponencia destacó la importancia semiológica de los sueños, qué son, qué los causa, cuál es el bien de soñar y finalmente nos entregó lo que denominara las “leyes” para la interpretación de los sueños, constituyendo con aquellas, una ciencia de los sueños.

El día sábado, Juan Pablo Rojas, psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, terapeuta certificado EMDR y Doctor en Humanidades por la Universidad Abat Oliba CEU, expuso acerca de “El poder terapéutico de la imaginación”, a la luz de la obra de Santo Tomás. Abordó la naturaleza de la imaginación, las causas de su movimiento, la imaginación como causa del movimiento de otras potencias y, por último, su relación con los trastornos psíquicos y como herramienta terapéutica. El psicólogo teorizó acerca de la posible relación entre la imaginación y los trastornos psíquicos y planteó intervenciones concretas para utilizarla a favor de la terapia: hacer un análisis crítico de las imágenes formadas por la imaginación a la luz de la razón; promover imágenes realistas en las personas; contemplar la naturaleza; educar al paciente en la importancia que le da a las imágenes, y por último, utilizar la imaginación para realizar experiencias correctivas de la sensibilidad.

A continuación, Marcos Randle, catedrático de Psicopatología y Psiquiatría de la Universidad de Mendoza, Argentina, habló sobre la “Revaloración vivencial positiva: aportes terapéuticos en la sanción de la memoria”. Advierte que al considerar a la memoria, nunca debemos olvidarnos del encuadre total en el que la memoria opera: “una visión integral, completa y acabada del hombre”. El padecimiento psíquico de muchos pacientes se relaciona con un desorden en la memoria, y para eso, planteó la necesidad de “educar y reeducar la memoria” en el contexto terapéutico. En esa línea propuso intervenciones concretas y prácticas orientadas a trabajar las heridas de la identidad y de los resentimientos. En suma, Randle propone el valor de las experiencias reparadoras y sanadoras en la terapia, para restablecer el orden en aquellas dimensiones que están “heridas” de algún modo.

La jornada continuó con la lectura de la comunicación “Inclinación pasional, conciencia y responsabilidad” del padre Miguel Ángel Fuentes IVE.

Acto seguido Ruth María de Jesús Gómez, académico de la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, presentó el legado y aportes de la psicóloga Magda Arnold a la comprensión de la afectividad humana. Gómez destacó el aporte de Arnold a la teoría de las emociones, ámbito en el que es más conocida, así como por sus ideas acerca de la afectividad y personalidad, el ideal de vida, y la importancia de la jerarquía de valores de la persona en relación a su afectividad. Gómez advierte que hoy en día se tiende a tratar de “construir la realidad de tal modo que mi experiencia emocional sea placentera, cuando la verdadera madurez emocional consiste en conocerse en verdad, y conocer la verdad de la realidad, con toda su profundidad, riqueza y valores. Se ha puesto el bien-estar por sobre el bien-ser.

Por último, dio cierre a la jornada el psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, terapeuta certificado EMDR y Doctor en Humanidades por la Universidad Abat Oliba CEU Benjamín Suazo, con su ponencia “La neurosis como realidad penetrable de significado”. El psicólogo valoró la importancia de profundizar en la realidad cognoscitiva de la neurosis, que define como “una atribución de significado a la realidad de modo desordenado y estable, desde la dimensión sensible”. La facultad que por excelencia hace comprensible la neurosis es la cogitativa: “por la cogitativa se llega a captar el verdadero desorden”. Esta potencia capta la realidad en cuanto conveniente o nociva y, por tanto, es aquella que suscita las emociones. “El trabajo terapéutico justamente trata de que el entendimiento del paciente capte los actos de la cogitativa, ya que solo así logrará una verdadera conciencia de su padecimiento”. El terapeuta realiza las acciones de contextualizar, especificar, reflejar y empatizar, ya que la terapia no puede ser eficaz si el paciente no logra darse a conocer al terapeuta.

Las jornadas, que están en su segunda versión, han contado con un número creciente de participantes, han reflejado una maduración creciente en la aplicación del paradigma aristotélico-tomista a la clínica, y muestran cada vez con más claridad y lucidez dónde radica el aporte del tomismo a la psicología y la psiquiatría. Los invitamos a estar atentos a la publicación de las actas donde se compilarán las distintas presentaciones de la Jornada.

María José Bunster B.

Psicóloga Clínica

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